
Desde pequeña el anhelo por comer bien, equilibrado, sano y lo que toca en cada momento ha sido una constante. Estoy agradecida a mi abuelo Joan, un gran gourmet para quien lo más importante era la calidad de los ingredientes más allá de su amor hacia la buena cociina. También a la abuela Anita, una cocinera de excelencia y apasionada que dedicó su vida a cocinar platos tradicionales exquisitos con mucha paciencia, cuidado y estimación.
Soy maestra de formación, y diplomada en medicina china, acupuntura y terapias alternativas especializándome en alimentación y nutrición.
Soy también cocinera de placer, lo que me llevó a convertir el entretenimiento en una profesión durante 19 años. Este tiempo he llevado la cocina del Hotel Restaurante El Fort de Ullastret del que soy propietaria. Tanto mi experiencia en la cocina del negocio propio como la experiencia anterior en consulta naturista con pacientes me han ayudado a tener una perspectiva muy amplia de las necesidades básicas más tribales de los seres humanos. Parto de parámetros sociales, psicológicos, emocionales, físicos y energéticos de la persona sin hablar de calorías.
Desde hace algún tiempo he tenido la necesidad de implicarme en temas de alimentación de una manera mucho más directa. Mi sentimiento es que las prisas y el ritmo trepidante de nuestra sociedad nos lleva a llenar el estómago con productos huecos
de contenido nutritivo y rebosantes de artificiosidad en detrimento de la necesidad vital que conlleva alimentarnos. Constato que a muchas personas se les escapan muchos detalles en cuanto a la nutrición. Siento que es el momento de recuperar la sabiduría ancestral de la alimentación para una mejora de nuestra salud y de nuestro ánimo. No hemos olvidado nada. Basta despertarnos para reencontrarnos.